Por Juan Pablo Ojeda
El rock mexicano ha vuelto a levantar la voz, esta vez no desde un escenario de protesta estudiantil, sino desde la decepción acumulada hacia el poder. Casi tres décadas después de que Molotov irrumpiera con su legendario himno “Gimme tha Power”, su mensaje contra la corrupción y el autoritarismo vuelve a resonar, ahora dirigido hacia la Cuarta Transformación (4T).
Molotov marca distancia con la 4T
Durante su concierto en el Palacio de los Deportes, el bajista Micky Huidobro fue tajante: “Ni estamos alineados a cualquier Cuarta Transformación. ¡Que chinguen a su madre!”. La frase encendió las redes y colocó al grupo en el centro de la conversación política y cultural.
El comentario provocó una respuesta de José Ramón López Beltrán, hijo del expresidente López Obrador, a quien Paco Ayala, también integrante de Molotov, respondió con dureza: “Todos los políticos absolutamente todos valen ver**, pero tu papá más que todos juntos”.
El intercambio evidenció el creciente desencanto de los íconos del rock nacional con el rumbo político del país, un sentimiento que comparten otras figuras del género.
Rubén Albarrán: “A los partidos no les creo nada”
El vocalista de Café Tacvba, Rubén Albarrán, reafirmó su rechazo hacia cualquier partido político, incluyendo a Morena. Conocido por su activismo ambiental, el músico fue una de las voces más visibles contra el Tren Maya, proyecto emblemático del sexenio anterior.
“Yo jamás voy a ser partidista. A la clase política la tengo aparte y siempre con desconfianza. PRI, PAN, Morena… no les creo absolutamente nada”, afirmó en una charla reciente.
Albarrán añadió que México vive “una crisis civilizatoria” y llamó a la ciudadanía a organizarse sin depender de los partidos: “Esto ya se cayó. Es pura ilusión pensar que no”.
Saúl Hernández y Alex Lora: hartazgo y crítica abierta
Saúl Hernández, líder de Caifanes, también expresó su frustración tras conocer que empresas privadas habrían sido contratadas para eliminar fauna durante la construcción del Tren Maya.
“¡No mamen! Esto no tiene que ver con política, sino con sentido común y con proteger la naturaleza”, exclamó en un concierto, recibiendo el apoyo del público.
Por su parte, Alex Lora, de El Tri, ha sido reiterativo en su descontento. Desde el escenario, no ha dudado en modificar letras de sus clásicos para lanzar críticas directas al gobierno. En una entrevista, incluso ironizó sobre la gestión de la pandemia: “La serie de pendeja*** que hace nuestro querido gobierno”.
El eco del desencanto
Estas posturas no son nuevas, pero su coincidencia marca un momento clave. Bandas que alguna vez acompañaron las causas sociales de los noventa hoy expresan su desencanto hacia el oficialismo, sin alinearse con la oposición.
El distanciamiento del rock mexicano se produce, además, en un contexto político y social tenso, tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, y en medio de convocatorias ciudadanas que piden la revocación del mandato de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Lejos de buscar protagonismo político, estos músicos parecen retomar el papel que los hizo leyenda: ser la voz crítica de un país inconforme, donde la música sigue siendo el canal más potente para decir lo que muchos piensan, pero pocos se atreven a gritar.