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Pistola de biomateriales promete regenerar huesos dañados

Una innovadora herramienta desarrollada en Corea del Sur podría revolucionar la cirugía ortopédica al permitir la regeneración de huesos dañados de forma personalizada. La tecnología, comparada con una pistola de silicón, ya está siendo probada en animales y aplicada directamente sobre fracturas, ofreciendo una alternativa a los implantes tradicionales.

Por Juan Pablo Ojeda

 

Una innovadora herramienta desarrollada en Corea del Sur podría revolucionar la cirugía ortopédica al permitir la regeneración de huesos dañados de forma personalizada. La tecnología, comparada con una pistola de silicón, ya está siendo probada en animales y aplicada directamente sobre fracturas, ofreciendo una alternativa a los implantes tradicionales.

El proyecto, liderado por el profesor Jung Seung Lee en la Universidad de Sungkyunkwan, introduce un método de extrusión manual que permite al cirujano moldear un compuesto biocompatible sobre la fractura en tiempo real, adaptándose a la anatomía exacta del hueso afectado. Esto asegura un ajuste preciso y minimiza complicaciones derivadas del uso de implantes prefabricados o piezas impresas.

El material utilizado combina hidroxiapatita, presente de manera natural en los huesos humanos, y policaprolactona, un polímero biodegradable y altamente compatible con el organismo. Una vez aplicado, no solo rellena el defecto óseo sino que promueve la migración y diferenciación de células óseas, acelerando la regeneración y restaurando la funcionalidad del hueso.

En pruebas preclínicas con conejos, el dispositivo mostró resultados prometedores: regeneración ósea más rápida y robusta que con cemento óseo convencional, sin complicaciones como infecciones o necrosis. Además, la integración del material con el hueso nativo fue progresiva y estable, mientras la liberación de antibióticos incorporada previno colonizaciones bacterianas.

El equipo de investigación destaca que esta tecnología permite intervenciones personalizadas, reduce tiempos quirúrgicos y elimina procedimientos preparatorios complejos, como moldes 3D o injertos preformados. Su potencial va más allá de fracturas traumáticas, pudiendo aplicarse en reconstrucciones tras tumores, infecciones o deformidades congénitas.

El enfoque modular del sistema incluso permite incorporar factores de crecimiento u otros agentes bioactivos, abriendo un horizonte prometedor en medicina regenerativa. Los próximos pasos incluyen optimizar el diseño y escalar los ensayos hacia humanos, con la posibilidad de que la pistola extrusora se convierta en un estándar para tratar fracturas complejas y mejorar la calidad de vida de millones de personas.