Estados Unidos intensifica su presencia militar en el Caribe con un segundo ataque a una embarcación, que según el presidente Donald Trump acabó con la vida de tres “narcoterroristas de Venezuela”. El hecho ocurre apenas días después de que fuerzas estadounidenses abatieran otra lancha el 2 de septiembre, con un saldo de 11 muertos.

En un comunicado en su red Truth Social, Trump señaló: “Esta mañana, siguiendo mis órdenes, las Fuerzas Militares de los Estados Unidos llevaron a cabo un SEGUNDO ataque contra cárteles de narcotráfico y narcoterroristas extraordinariamente violentos”. Acompañando el mensaje, se difundió un video donde se observa la embarcación antes de ser destruida.

La acción estadounidense ha generado alarma en la región. El presidente venezolano Nicolás Maduro denunció que se trata de “una agresión en camino, de carácter militar” y reiteró que Venezuela está lista para repeler cualquier ataque, asegurando que el país ha incautado 56 toneladas de drogas en lo que va del año y que no existen narcocultivos dentro de su territorio.

Como medida preventiva, Maduro ordenó el despliegue de 25 mil efectivos de la Fuerza Armada en zonas fronterizas con Colombia y la región del Caribe, además de movilizar 2.5 millones de efectivos en operativos militares internos. El mandatario aseguró que estas acciones se mantendrán sin previo aviso.

La escalada militar complica la precaria comunicación diplomática entre ambos países. Maduro señaló que las relaciones con Estados Unidos “están deshechas” y apenas se mantiene un “hilo básico” de comunicación con el embajador estadounidense en Bogotá. Por su parte, el secretario de Estado de EU, Marco Rubio, calificó a Maduro como una “amenaza directa a la seguridad nacional” de Estados Unidos por su presunta relación con el tráfico de drogas.

La situación en el Caribe permanece tensa, con riesgo de nuevos enfrentamientos y un incremento en la vigilancia marítima frente a las costas venezolanas.