Por Juan Pablo Ojeda
La consejera jurídica de la Presidencia, Ernestina Godoy Ramos, será la próxima titular de la Fiscalía General de la República (FGR), en relevo de Alejandro Gertz Manero, quien ocupa el cargo desde enero de 2019. Aunque su mandato tiene una duración de nueve años —y en teoría debía concluir en 2028—, el gobierno federal ya prepara el cambio en la máxima institución de procuración de justicia del país.
Godoy, una figura cercana al proyecto presidencial y con trayectoria en materia jurídica y de procuración de justicia, llega a un puesto clave para la vida pública del país. Su eventual nombramiento marcaría una nueva etapa en la FGR, una institución que ha enfrentado críticas por falta de resultados y por la centralización del poder durante la gestión de Gertz.
La salida anticipada del actual fiscal abre la puerta a un reacomodo institucional y político, pues la FGR no solo investiga delitos del fuero federal, sino que también es un actor determinante en casos de alto impacto, cooperación internacional y relación con el Poder Judicial.
La designación formal recaerá en el Senado de la República, encargado de aprobar a quien encabece la Fiscalía. De confirmarse, Godoy se convertiría en una de las figuras más influyentes del círculo cercano a la Presidencia en ocupar un cargo de esta relevancia.
El relevo en la FGR llega en un momento de alta expectativa sobre el rumbo que tomará la justicia federal en los próximos años, especialmente en temas de seguridad, corrupción y derechos humanos.