Por Juan Pablo Ojeda
El portaaviones USS Gerald R. Ford, considerado el más grande y moderno del mundo, fue desplegado por Estados Unidos hacia América Latina como parte de una nueva operación militar contra el tráfico de drogas y el crimen organizado transnacional.
De acuerdo con funcionarios del Gobierno de Donald Trump, citados por la agencia Reuters, el despliegue fue ordenado directamente por el expresidente en octubre pasado, y se suma a una poderosa flota ya presente en la región: ocho buques de guerra, un submarino nuclear y aviones F-35.
El Pentágono confirmó que el portaaviones ingresó el 11 de noviembre de 2025 al área de responsabilidad del Comando Sur (USSOUTHCOM AOR). En un comunicado, la Secretaría de Guerra de Estados Unidos señaló que la misión busca “interrumpir el tráfico de narcóticos y desmantelar las organizaciones criminales transnacionales”.
El despliegue, sin embargo, ha generado tensión diplomática. Los gobiernos de Venezuela y Colombia expresaron su rechazo a la presencia militar estadounidense, calificándola de provocación y de acto de injerencia. Washington, por su parte, acusa a ambos países de tener vínculos con redes de narcotráfico.
El USS Gerald R. Ford cuenta con más de cuatro mil elementos militares y decenas de cazas a bordo, y su llegada refuerza la presencia naval de EE. UU. en el Caribe y América del Sur, una zona que históricamente ha sido clave en las rutas del narcotráfico internacional.
Esta operación, según el comunicado del Pentágono, responde a la directiva del presidente Trump para combatir el narcoterrorismo “en defensa de la patria”, ampliando así el alcance militar estadounidense en la región.