La indignación por el asesinato de Carlos Manzo, presidente municipal de Uruapan, se ha extendido por Michoacán y la capital del país. Bajo la consigna “Que el miedo no nos calle”, cientos de jóvenes marcharon en Morelia y Uruapan para exigir justicia y el fin de la violencia política que enluta nuevamente a México.

Las movilizaciones fueron encabezadas principalmente por estudiantes universitarios y de preparatoria, quienes portaron pancartas con mensajes de solidaridad y reclamo al Estado. En Morelia, dos contingentes partieron desde distintos puntos de la ciudad para converger frente al Palacio de Gobierno, donde realizaron un mitin en memoria del edil asesinado.

De acuerdo con reportes de la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán (SSP), las protestas se desarrollaron de manera pacífica durante las primeras horas, aunque posteriormente algunos grupos irrumpieron en el Palacio de Gobierno, ocasionando destrozos y enfrentamientos con elementos de seguridad. No se reportaron personas lesionadas de gravedad, pero sí daños materiales considerables en el inmueble histórico.

En Uruapan, decenas de ciudadanos acompañaron una marcha silenciosa en el centro de la ciudad, donde familiares y simpatizantes de Manzo colocaron veladoras y fotografías en la explanada municipal. “Carlos representaba la esperanza de un cambio; su muerte no puede quedar impune”, expresó la estudiante universitaria Mariana Ruiz, una de las organizadoras de la protesta.

La Fiscalía General del Estado de Michoacán (FGE) informó que continúa con las investigaciones para esclarecer el homicidio del alcalde, ocurrido el pasado fin de semana. Según el organismo, se ha solicitado apoyo a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) y a la Guardia Nacional para reforzar la seguridad en la región y colaborar en las indagatorias.

El movimiento “Justicia para Manzo” anunció que las protestas continuarán los próximos días y que se realizarán manifestaciones nacionales el 15 de noviembre en la Ciudad de México, con puntos de reunión en el Ángel de la Independencia, el Senado de la República, la Secretaría de Gobernación y el Palacio Nacional.

Organizaciones civiles y académicas de Michoacán también se sumaron a los llamados de justicia, denunciando la falta de garantías para el ejercicio público y la creciente vulnerabilidad de los funcionarios locales frente al crimen organizado. “La violencia política está silenciando a quienes buscan servir desde lo local”, señalaron en un comunicado conjunto la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y la Red de Universitarios por la Paz.

En la Ciudad de México, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) informó que se coordinará con las autoridades federales para garantizar la seguridad durante las manifestaciones previstas, reiterando el respeto al derecho de libre expresión y protesta.

El caso de Carlos Manzo, conocido como “El del Sombrero” por su característico atuendo y su abierta oposición a los cárteles, ha generado un fuerte impacto nacional y reavivado el debate sobre la protección a autoridades municipales. Mientras las calles se llenan de voces que reclaman justicia, la exigencia central sigue siendo la misma: que el miedo no calle a México.

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