iOS 26 revoluciona animaciones y hace sentir nuevos a iPhones antiguos

Apple acelera las animaciones en iOS 26 y logra que hasta iPhones de 2020 luzcan renovados

En el mundo Apple, los detalles importan. Y en iOS 26, lanzado este septiembre, el cambio más celebrado no fue un nuevo ícono ni un rediseño radical del menú, sino algo tan cotidiano como abrir y cerrar aplicaciones. La compañía aceleró las animaciones, afinó sus curvas y, con un ajuste de poco más de 150 milisegundos, consiguió que hasta los iPhones veteranos recuperen vitalidad. Para muchos usuarios, la sensación es clara: el teléfono “respira” con un aire nuevo.

El salto de iOS 18 a iOS 26, más que un capricho de marketing, significó una alineación con el calendario. Apple decidió que su sistema operativo llevara el mismo número que el año de uso. Así, de golpe, 2025 llegó con un “iOS 26” cargado de cambios. El más visible se llama Liquid Glass, un rediseño que apostó por transparencias, bordes redondeados y un sistema más ligero a la vista. En ese terreno, las animaciones encontraron su mejor escenario.

En iOS 18, los movimientos eran suaves, casi ceremoniosos: un zoom prolongado desde el ícono hacia la pantalla completa. Pero esa “elegancia” tenía un costo: la percepción de lentitud. Usuarios y críticos se quejaban de que, frente a Android, los iPhones parecían menos ágiles. Con iOS 26, Apple cambió el guion: las apps ya no desfilan, ahora saltan con precisión quirúrgica.

Los videos comparativos en redes sociales lo dicen todo. En un clip viral compartido por @BetaProfiles en X, se observa cómo Safari tarda medio segundo en desplegarse en iOS 18, mientras que en iOS 26 se despliega con un efecto dinámico, casi instantáneo. La reacción fue inmediata: más de 22 mil “me gusta” y cientos de comentarios celebrando el fin del “lag elegante”.

La percepción, explican expertos de 9to5Mac y TechCrunch, es clave. Aunque el hardware no cambie, el usuario siente que su dispositivo es más rápido. En pruebas no oficiales, modelos como el iPhone 12 o 13 —que pronto cumplirán cinco años— ganaron una segunda vida. La satisfacción de los usuarios subió, y no por magia negra, sino por ajustes en el ritmo y la curva de las transiciones.

El rediseño no estuvo exento de críticas. Algunos en Reddit apuntaron que, al acelerar las animaciones de apertura y cierre, otros elementos como la App Library o las carpetas parecen ahora más lentos en comparación. “Es como ponerle alas a un coche y luego notar que las llantas ya no giran igual”, escribió un usuario. Humor negro aparte, la crítica revela un punto interesante: la coherencia entre todas las animaciones aún tiene margen de mejora.

Desde el lado técnico, Apple jugó con los “springs” en SwiftUI, resortes virtuales que definen cómo se mueven los elementos en pantalla. Ajustando sus parámetros, lograron que las apps no solo se abran más rápido, sino que la transición se sienta natural, sin cortes bruscos. Un equilibrio entre velocidad y suavidad, pensado tanto para usuarios exigentes como para quienes usan accesibilidad, ya que la opción de “Reduce Motion” sigue vigente.

En la narrativa de Apple, iOS 26 se posiciona como el mayor rediseño desde iOS 7. Y aunque la atención mediática suele centrarse en funciones como widgets interactivos o la integración con VisionOS, el verdadero cambio que conquista a los usuarios está en lo cotidiano: ese gesto repetido decenas de veces al día de abrir y cerrar una app. En un mercado donde la percepción puede ser más poderosa que la realidad técnica, Apple entendió que la velocidad también se diseña.