Por Juan Pablo Ojeda
La Ciudad de México vive una jornada trágica. La mañana de este jueves 11 de septiembre de 2025, las autoridades capitalinas confirmaron que la explosión de una pipa de gas en el Puente de la Concordia, Iztapalapa, dejó un saldo de seis muertos y 90 personas lesionadas, de las cuales 23 se encuentran en estado crítico.
Según informó la titular de Protección Civil, Myriam Urzúa, varios de los heridos presentan quemaduras de entre el 50 y el 70 por ciento de su cuerpo, mientras que quienes están en condición crítica tienen daños en más del 70 por ciento de la superficie corporal. Las autoridades aseguraron que existe coordinación entre los tres niveles de gobierno para atender a víctimas y familiares.
El accidente ocurrió el miércoles 10 de septiembre alrededor de las 14:30 horas, cuando la pipa de gas con capacidad de 49 mil 500 litros volcó y explotó sobre la Calzada Ignacio Zaragoza, justo a la altura del Puente de la Concordia. El estallido provocó quemaduras de segundo y tercer grado e intoxicaciones entre los lesionados.
Videos que circulan en redes sociales muestran el momento de la volcadura, la fuga de gas y la explosión con una llamarada de enormes proporciones, que alertó a vecinos y automovilistas de la zona.
Un dato alarmante es que la pipa involucrada no contaba con pólizas de seguro de responsabilidad civil ni de daño ambiental vigentes, informó la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA). La dependencia indicó que la empresa Transportadora Silza, responsable del semirremolque, no ha registrado ninguna póliza de seguro durante 2025, lo que agrava la situación legal y económica tras la tragedia.
Este accidente vuelve a poner sobre la mesa la importancia de la seguridad en el transporte de sustancias peligrosas, la supervisión de las empresas que manejan este tipo de material y la coordinación de emergencias en la capital para prevenir tragedias de esta magnitud.