Por Juan Pablo Ojeda
La tragedia por la explosión de una pipa de gas en Iztapalapa volvió a teñir de luto a la Ciudad de México. La noche del viernes 12 de septiembre murió Alicia Matías Teodoro, de 49 años, la mujer que conmovió al país por proteger con su propio cuerpo a su nieta durante el siniestro registrado en las inmediaciones del Puente de la Concordia.
Con su fallecimiento, ya son 11 las víctimas mortales de este hecho que sacudió a la capital el pasado miércoles 10 de septiembre. Alicia estuvo varios días en terapia intensiva luchando por su vida, pero las graves quemaduras que sufrió terminaron por arrebatarle la esperanza de recuperación.
Su historia no pasó desapercibida. Vecinos, familiares y miles de personas en redes sociales destacaron su valentía y la fuerza de un amor incondicional que llevó a una abuela a arriesgarlo todo para salvar a su nieta. La menor, gracias a ese gesto, sobrevivió al estallido que arrasó con la zona y dejó decenas de heridos.
El caso de Alicia Matías ha generado una ola de solidaridad. Habitantes de la colonia y colectivos de apoyo han pedido que su memoria no se quede únicamente en la tragedia, sino que inspire a las autoridades a reforzar la seguridad en el manejo y transporte de gas en la ciudad. El recuerdo de la llamada “abuela heroína de Iztapalapa” se ha convertido en símbolo de resistencia y amor familiar en medio del dolor que embarga a la comunidad.
Las autoridades capitalinas reiteraron que continúan las investigaciones para deslindar responsabilidades y dar apoyo a las familias afectadas. Mientras tanto, vecinos organizan muestras de apoyo y condolencias para la familia Matías, reconociendo el sacrificio de Alicia como un acto que difícilmente será olvidado.