Por Bruno Cortés

 

En el Congreso mexicano se está cocinando una propuesta que busca cambiar la forma en la que resolvemos los conflictos legales, y aunque suena a asunto de abogados, la verdad es que puede impactar directamente la vida de cualquier ciudadano común. El diputado Mario Miguel Carrillo Cubillas, de Morena, organizó un foro de Parlamento Abierto para hablar sobre los llamados “Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias”, que no es otra cosa que encontrar la manera de resolver un pleito sin tener que ir directo a los tribunales.

La idea central es reformar los artículos 17, 116 y 122 de la Constitución para que antes de llevar un caso ante un juez, las personas tengan que intentar una mediación o conciliación. Es decir, que antes de meterte en el desgaste —y gasto— de un juicio, tengas la oportunidad de sentarte con la otra parte, con ayuda de un mediador, y llegar a un acuerdo justo.

Carrillo Cubillas explicó que con esta reforma se busca “despresurizar el sistema de justicia”, que hoy está saturado de casos que podrían resolverse sin pasar años entre audiencias, abogados y papeles. También enfatizó que el objetivo es que la gente tenga acceso a una justicia pronta, gratuita y más humana, algo que parece lejano para muchos.

Pero el diputado fue claro en algo: no se aplicará en casos donde haya riesgo para la vida o se violen derechos humanos. Es decir, si hay violencia o abuso, nadie podrá obligar a las víctimas a “conciliar” con su agresor.

Detrás de esta propuesta hay un tema poco hablado: la falta de información. Pocas personas saben que en México ya existen mediadores certificados que pueden ayudar a resolver conflictos civiles, mercantiles o laborales sin ir ante un juez. Carrillo lo resumió así: “No toda la ciudadanía sabe que existen mediadores y facilitadores preparados; ese es precisamente el espíritu de esta iniciativa”.

Durante el foro se presentaron diez ponencias y varias participaciones espontáneas de especialistas que ayudaron a pulir la propuesta. También participaron figuras clave del Congreso, como Leonel Godoy, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, y María del Rosario Orozco Caballero, ambos de Morena, quienes respaldaron abiertamente la iniciativa.

Entre los asistentes destacó Othón Pérez Fernández del Castillo, uno de los pioneros de la mediación en México, quien subrayó que este tipo de reformas no solo buscan aliviar al sistema judicial, sino también cambiar la cultura de cómo resolvemos los conflictos: dejar de ver la justicia como un pleito y empezar a verla como un proceso de diálogo.

La diputada Orozco coincidió en que esta reforma podría ser un parteaguas para democratizar la justicia, acercándola a la gente sin tantos tecnicismos ni costos. “Las mediaciones deben aplicarse en la mayoría de los casos, con grandes ventajas para lograr resultados favorables para quienes buscan que sus derechos sean respetados”, señaló.

Los especialistas que participaron en el foro también celebraron que la Cámara de Diputados abra las puertas a este tipo de discusiones, donde académicos, abogados y mediadores puedan aportar ideas concretas para que la justicia mexicana sea más accesible, más práctica y menos burocrática.

En palabras simples, lo que se plantea es una justicia más cercana y menos complicada, donde la gente pueda resolver un problema sin pasar por un laberinto de juzgados. Una justicia que escuche antes de castigar y que busque acuerdos antes que sentencias.

En los próximos días, el diputado Carrillo anunciará el documento final con las conclusiones del foro y la fecha en que la iniciativa será presentada formalmente ante la Mesa Directiva de la Cámara. Si se aprueba, podría significar un cambio importante en la forma en que los mexicanos entendemos y accedemos a la justicia.

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