Por Juan Pablo Ojeda
Un emotivo reencuentro lleno de nostalgia se vivió durante la ceremonia de inducción al Salón de la Fama del Rock & Roll en Los Ángeles, cuando Taylor Momsen y Jim Carrey se vieron públicamente por primera vez en 25 años, desde el estreno de El Grinch en el año 2000.
El momento, captado por los medios y cámaras en la alfombra roja, marcó un regreso simbólico al universo navideño que ambos protagonizaron hace un cuarto de siglo. Carrey, de 63 años, lució un abrigo marrón con rayas, mientras Momsen, de 32, optó por un look oscuro con su característico estilo roquero.
La actriz y cantante, hoy líder de la banda The Pretty Reckless, recordó con cariño su experiencia junto al comediante durante el rodaje, cuando apenas tenía cinco años.
“Solo tengo buenos recuerdos. Jim fue muy protector conmigo y siempre amable”, compartió Momsen a People.
La artista confesó que durante la filmación nunca conoció el verdadero rostro de Carrey, pues el actor pasaba horas bajo prótesis y maquillaje verde para interpretar al gruñón de Villaquién.
“No lo reconocí hasta el estreno. Tuve que esperar a que alguien me dijera: ‘Ese es Jim’”, recordó entre risas.
El reencuentro estuvo lleno de sonrisas, abrazos y gestos de afecto mutuo, demostrando que el vínculo entre ambos trascendió la pantalla. Momsen aseguró que trabajar con Carrey fue una experiencia que marcó su desarrollo artístico:
“Ver a un actor tan comprometido con su oficio fue algo que me inspiró profundamente. Poder agradecérselo como adulta fue muy especial.”
Jim Carrey, por su parte, ha expresado en distintas ocasiones el cariño que guarda hacia la película, a la que considera una parte entrañable de su carrera.
“Saber que El Grinch sigue siendo parte de las tradiciones navideñas me hace muy feliz. Es algo encantador”, declaró en una entrevista reciente.
A 25 años del estreno, El Grinch sigue ocupando un lugar privilegiado en la memoria colectiva. Para Taylor Momsen, el secreto de su permanencia radica en su mensaje:
“La historia toca el corazón sin importar la edad. Es cálida, tierna y sigue llevando alegría cada Navidad.”
El reencuentro entre ambos artistas no solo revivió la nostalgia de una generación, sino también la magia de una cinta que se convirtió en un clásico navideño.