Por Juan Pablo Ojeda
La Casa Blanca conmemoró el primer aniversario del triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre de 2024, y lo hizo con un mensaje que volvió a encender la polarización en Estados Unidos.
En su cuenta oficial de X (antes Twitter), la Casa Blanca publicó el ya famoso “mapa que hizo llorar a la izquierda”, mayormente pintado de rojo republicano, acompañado de la frase: “Nunca lo olvides” y un emoji de copa dorada.
El presidente Trump también se sumó a la celebración desde Truth Social:
“¡Feliz aniversario! Tal día como hoy logramos una de las mayores victorias presidenciales de la historia”, escribió, asegurando que bajo su gobierno “la economía está en auge y los precios están bajando considerablemente”.
A pesar del tono triunfalista, el aniversario llega en un contexto complicado para Trump. El martes, los demócratas obtuvieron victorias importantes: Zohran Mamdani, del ala progresista, ganó la Alcaldía de Nueva York, y el partido azul recuperó los gobiernos estatales de Nueva Jersey y Virginia.
Además, Washington enfrenta el cierre de Gobierno más largo de su historia: 36 días sin financiamiento federal por la falta de acuerdo entre republicanos y demócratas. Miles de empleados públicos permanecen sin sueldo y varias agencias operan parcialmente.
Hace un año, Trump derrotó a la demócrata Kamala Harris —quien sustituyó a Joe Biden tras su renuncia a la candidatura— con más de dos millones de votos de ventaja y ganando todos los estados bisagra. Esa campaña estuvo marcada por un intento de asesinato contra el entonces candidato republicano.
Su victoria significó su regreso a la Casa Blanca cuatro años después de dejarla en 2021, tras un mandato plagado de controversias, como el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
Entre celebraciones simbólicas, triunfos demócratas y un gobierno paralizado, el escenario político estadounidense se mantiene tenso. Trump busca mantener la narrativa de fortaleza, mientras la oposición aprovecha el desgaste institucional para cuestionar su liderazgo.